NOTICIAS CURIOSAS

Una rana tan diminuta que cabe en una moneda

La rana sobre una moneda de 10 centavos de dólar.

Descubren en Nueva Guinea el animal vertebrado más pequeño del mundo

Una rana cuyas dimensiones no supera los 7,7 mm esto e menos de un cm, es el vertebrado más pequeño del mundo.

Esta especie variedad denominada científicamente como ‘Paedophryne amauensis’  ha sido encontrada en la isla de Nueva Guinea por una agrupación de científicos de la Universidad de Lousiana (EEUU) dirigidos por el biólogo Chris Austin. El Museo de Ciencias de dicha universidad ha proporcionado a la ciencia más de 60 variedades nuevas de reptiles, anfibios, aves y mamíferos.

Ahora han regresado de una exploración de tres meses de duración en la isla australiana con dos recientes ranas diminutas pertenecientes al mismo género Paedophryne.  Una de ellas es el animal vertebrado, o lo que es lo mismo, el batracio con los huesos más pequeños que se conoce. La definición teórica de esta variedad se publica en el último número de la revista Plos ONE. La rana habita en el suelo, en el ramaje empapado bajo el bosque tropical. Sobre la excelencia del hallazgo, el doctor Austin, ha afirmado;  “Nueva Guinea es un punto caliente de biodiversidad y todo lo extraño que hayamos agrega otra capa a nuestra comprensión habitual relacionado como la biodiversidad se forma y se conserva”. En este sentido, el doctor Austin manifiesta “Los limites de tamaño que tienen los vertebrados son de gran interés para los biólogos porque se sabe poco sobre las limitaciones funcionales producidas por los tamaños corporales extremos ya sea grande o pequeño”.  

Se sabe que hay más de 60.000 vertebrados en el universo y el de mayor envergadura es la ballena azul `Balaenoptera musculus`, con más de 25 metros. El más pequeño y destacado por ahora es un pez  `Paedocypris progenetica´ encontrado en Indonesia que mide entre 7,9 y 10 milímetros.

Juan Antonio García

Un loro denuncia su secuestro meses después de ser robado

Un loro que vive en Porto do Son, dicen que es una autentica belleza, con su plumaje gris y su cola roja, parece un general. Un par de delincuentes de la zona les llamó la atención y esperaron a que sus dueños se ausentaran de casa, forzaron una ventana y se llevaron al pájaro como botín. Una torpeza, pues este loro, es listo como una ardilla. Estando en una tienda de animales, vio a sus dueños, que estaban buscando un ejemplar que ocupase el sitio que él les había dejado, pero fue ver entrar a sus amos en la pajarería y ponerse a chillar como un loco, propiciando así el reencuentro.

Los supuestos autores de la sustracción, pasarán el mes que viene por el banquillo de los acusados para responder de un delito por robo con fuerza en casa habitada, por el que el fiscal pide que sean condenados a dos años y medio de prisión. Fueron dos jóvenes, primos entre ellos, los que buscaron un hueco para poder entrar dentro del domicilio y no les quedó otra que romper una ventana, pero solo se llevaron la jaula del loro. Por el estado en que apareció, debieron de tratarlo bien, y se pusieron a buscar un comprador, lógicamente no era cuestión de anunciarlo en un periódico y se decidieron a ir a una tienda de mascotas, diciendo que se lo habían encontrado en el monte, y estaban dispuestos a vendérselo a un buen precio, pero el dueño de la tienda les hizo saber que las cosas no eran así, y que la venta de estos animales tiene un protocolo, y que un loro indocumentado no se le puede vender al primero que entra la puerta.

Deberán pasar tres meses, antes de que los propietarios lo reclamen, y si no aparecen, es para quién lo encontró. Los rateros dejaron al loro en la pajarería a la espera de que nadie lo echase en falta, pero eso era imposible, porque este loro lleva casi seis años con ella, y esa fue la única vez en que lo perdió de vista. Semanas después, esta mujer se presentó, acompañada de su esposo, se presentó en la pajarería porque quería adquirir otro loro y le habían dicho que en esa tienda había uno igual al que ella tenía. Según declaro ante la guardia civil, nada más entrar por la puerta, el loro comenzó a silbar, el propietario del negocio les contó como había llegado el loro a sus manos y además de quienes fueron las personas que se lo habían llevado.

Enrique Sanmartín