Un grupo de murciélagos pasan el invierno en la Cova das
choias de Biduedo
Según nos explica el biólogo monfortino Guillermo Díaz Aira
en una visita realizada a la cova das Choias, cerca del pueblo de Biduedo,
muestra uno de los numerosos grupos de murciélagos que viven en esta cavidad.
Como es propio de estas especies, los animales se encuentran durante esta
temporada en estado de hibernación.
La cueva alberga dos especies diferentes de quirópteros. Una
de ellas es el murciélago de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros), la
otra especie no se pudo identificar. En cualquier de las poblaciones de ambas
variedades en esta gruta se cuentan por cientos de ejemplares.
Los quirópteros, se refugian en dos de las tres partes en
que se divide la cueva. Se trata de la parte superior de la cavidad y es la que
corresponde a una vieja explotación de hierro y que se divide en cinco
galerías. Los de la otra especie pasan el invierno reunidos en grupos de
aproximadamente entre veinte y treinta individuos.
En esta época del año, no es conveniente que esta cueva
reciba muchas visitas, ya que esto podría perturbar la hibernación de estos
animales y causarles diversos problemas.
Enrique Sanmartín
Murciélagos en hibernación en la Cova das Choias de Biduedo
numerosos grupos de murciélagos que pasan el invierno en la
cueva.
La imagen que puede verse junto a estas líneas fue tomada en
fechas recientes por el biólogo monfortino Guillermo Díaz Aira en una visita
realizada a la Cova das Choias -cerca del pueblo de Biduedo, en A Pobra do
Brollón- y muestra uno de los numerosos grupos de murciélagos que viven en esta
cavidad. Como es propio de estas especies, los animales se encuentran durante
esta temporada en estado de hibernación.
Según explica Guillermo Díaz, la cueva alberga dos especies
diferentes de quirópteros. Una de ellas es el murciélago
de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros). «La otra es una especie de
un tamaño algo mayor que no puedo identificar con mucha seguridad porque no soy
especialista en murciélagos», señala. En cualquier caso las poblaciones de ambas
variedades en esta gruta se cuentan por cientos de ejemplares.
En dos zonas diferentes.
Los quirópteros, añade el biólogo, se refugian en dos de las
tres partes en que se divide la cueva. Se trata de la parte superior de la
cavidad y la que corresponde a un vieja explotación de minería de hierro que
data de hace varios siglos y que se divide en cinco galerías. Los de la especie
más grande pasan el invierno reunidos en grupos de aproximadamente entre veinte
y treinta individuos. «En la última visita estuve en el nivel superior y vi
diez o doce grupos de este tipo», señala Díaz Aira. «En las galerías mineras ya
no entré, pero se ve que allí hay muchísimos», añade.
En su opinión, en esta época del año no es conveniente que
la Cova das Choias reciba muchas visitas, ya que esto podría perturbar la
hibernación de los animales y causarles diversos problemas. «Es una de las
colonias de murciélagos más importantes que hay en la comarca de Lemos y para
garantizar su conservación creo que incluso sería aconsejable regular las
visitas de algún modo cuando los animales hibernan», agrega.
Juan García
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