Sudáfrica
Como indica su nombre
la República de Sudáfrica se sitúa en la parte más meridional del continente
africano, su extensión es de 1.200.000 kilómetros cuadrados mientras que su población está en los 52
millones de habitantes.
Una buena parte de su
territorio está formado por altiplanicies con una altitud media de unos 1.200
metros sobre el nivel del mar, existiendo una estrecha franja de menor altitud
en torno a sus costas, costas bañadas por el océano Indico en su parte oriental
y por el Atlántico en la occidental. La cordillera de Drakgensberg de unos mil
kilómetros de longitud que llega en su punto más alto a los 3.400 metros se
sitúa en la zona centro norte oriental.
Su clima es de tipo
templado en el sur y el centro, el noreste es de clima tropical, mientras que
buena parte de la zona occidental es semiárida, en conjunto las precipitaciones
no alcanzan los 500 litros por metro cuadrado anuales.
En el solar
sudafricano vivieron entre hace 4 y 1,5 millones de años homínidos como el Australopitecos
Africanus, Homo Habílis y homo Ergáster; se piensa que el hombre moderno (Homo
Sápiens), pudo dar sus primeros pasos en este territorio hace unos 200.000
años. Durante milenios los habitantes humanos del África meridional, fueron
cazadores recolectores (Bosquimanos), hasta que en los siglos cuarto y quinto
de nuestra era empezaron a llegar al África meridional pueblos bantúes (hoy
predominantes), que llevaron con ellos la agricultura, la ganadería y el
hierro. Los primeros europeos que se aproximaron a estas tierras fueron los
portugueses a finales del siglo xv en su búsqueda de una ruta marina hacia la
India, aunque serían los neerlandeses los primeros que se instalaron en la
región del cabo durante la primera mitad del siglo diecisiete, levantando una base
que sirviera de aprovisionamiento en sus viajes a sus colonias indonesias; con
los neerlandeses llegaron colonos procedentes de los Paises Bajos, Alemania,
Francia etc, colonos que se dedicaron a la agricultura y la ganadería, y que
con el tiempo serían conocidos como Afrikáner.
Posteriormente
llegaron los británicos que acabaron por desplazar a los neerlandeses de la
región del cabo, esto provocó un desplazamiento de los afrikáner hacia el este
y el norte, en donde entraron en contacto con los bosquimanos y pueblos bantúes
(zulús, shoxa), registrándose enfrentamientos por los recursos y el territorio,
la emigración al interior se vio incrementada durante el siglo diecinueve por
el descubrimiento de diamantes y oro, los británicos se enfrentaron también a
los nativos, como también lo hicieron con los afrikáner a los que finalmente
acabaron imponiéndose.
Sudáfrica se convirtió
en colonia británica en la que la minoría europea se impuso a la población
nativa que fue relegada a un segundo plano; también hay que mencionar a los
hindúes, malayos y malgaches que fueron llevados como esclavos por la población
blanca. Las desigualdades raciales se vieron incrementadas de forma importante
a partir de 1948, cuando se instala de forma descarada un régimen racista
conocido en el mundo entero como apartheid; en 1961 la República de Sudáfrica
se independizó de la Gran Bretaña, en los años sucesivos la comunidad
internacional aisló al régimen de Pretoria por su política racista, sin embargo
no habría cambios hasta comienzos de la década de los noventa, en 1993 los
negros (80 por ciento), los mestizos (10 por ciento), consiguieron la igualdad de derechos con relación a los
blancos (10 por ciento). Nelson Mandela se convirtió en presidente surafricano
en 1994, puesto que ocupó hasta 1999, Mandela dedicó buena parte de su vida a
luchar por los derechos de los negros y mestizos de Sudáfrica, lo que entre
otras cosas le costó pasarse 27 años en prisión.
Cuando murió el pasado
cinco de diciembre de 2013 a los 95 años de edad, sus funerales se convirtieron
en un homenaje mundial a su persona en reconocimiento a su lucha por la
igualdad de todos los humanos independientemente de su raza, religión o poder
económico.
Sin embargo no podemos
olvidar que en la actualidad la República surafricana tiene graves problemas
por resolver, una cuarta parte de su población está en el paro, viviendo con
poco más de un dólar diario, Sudáfrica se encuentra entre los diez países con
mayores desigualdades sociales a pesar de ser la principal potencia económica
del continente suponiendo su economía el 25 por ciento del PIB africano
, cada año se cometen 50.000 asesinatos lo que la coloca a la cabeza de los
países más violentos del mundo; el veinte por ciento de su población activa (unos
cinco millones de habitantes), está afectada por el virus del sida.
El ochenta por ciento
de las tierras cultivables siguen en manos de la minoría blanca, evolucionando
muy lentamente la reforma agraria. Se acusa a los sucesivos gobiernos del
Congreso Nacional Africano (CNA), que lleva en el poder desde la restauración
de la igualdad política entre todos los ciudadanos, de no haber sabido
gestionar el gobierno de la nación, sin embargo y aunque desde principios de
los años noventa la población negra tiene el control político del país, la
minoría blanca sigue ostentando el control de la economía, encontrándose los
sucesivos gobiernos del CNA maniatados a la hora de emprender reformas que
puedan desembocar en una Sudáfrica más igualitaria, los conflictos actuales son
en buen modo la consecuencia del apartheid que durante tantas décadas oprimió a
la gran mayoría de los ciudadanos
sudafricanos.
Este país sufre
también las consecuencias de los desmanes ecológicos que la población infringió
durante muchos años a su medio natural, como la deforestación sufrida por
amplias zonas del territorio no siendo ajeno a este problema el fuerte
crecimiento demográfico experimentado durante el siglo xx.
Antonio Fernández