viernes, 30 de noviembre de 2012

ARTÍCULO DEL MES

Holocausto
Gitanos, izquierdistas, personas con discapacidad, homosexuales, prisioneros de guerra, pero sobre todo judíos fueron las víctimas del holocausto nazi, llevado por estos en campos de concentración y exterminio situados en diferentes puntos de Europa. Estamos sin duda ante uno de los hechos (quizás el que más), más deplorables y criminales en la historia de nuestra especie.
Por lo que a los judíos se refiere se calcula que murieron unos cinco millones de individuos, especialmente en el transcurso de la segunda guerra mundial (1939-1945), víctimas de la barbarie y sin razón de la ideología nazi. Este lamentable episodio fue la culminación de siglos de persecuciones, matanzas y todo tipo de vejaciones a las que fueron sometidas las comunidades judías situadas a lo largo y ancho del viejo continente.
El odio, la superstición, la ignorancia, el miedo, son algunas de las causas que impulsaron a los cristianos a maltratar de una forma tan ostensible a unas comunidades judías dispersas y en minoría, en unos siglos de oscurantismo y tinieblas. Eran tiempos en los que los judíos sirvieron de cabezas de turco a sociedades dominadas por el fanatismo y la superstición, comunidades que no dudaban en culpar a los judíos de las calamidades que sacudían Europa (epidemias, hambrunas, guerras), sin olvidarnos de que los judíos también fueron acusados de proselitismo o de rituales en los que se sacrificaban a niños cristianos.
En el transcurso del tiempo también hubo épocas de convivencia pacífica en la que una parte de la comunidad dedicada a profesiones como el comercio, la banca o la recaudación de impuestos acumularon fortunas que despertaron la envidia y la indignación de sectores de las poblaciones cristianas y que llegado el momento también justificaron la hostilidad hacia un pueblo acusado de ser los descendientes de los que habían asesinado a Jesucristo, obviando por otra parte que el propio Jesús era Judío.
Ya en el siglo diecinueve aparecen movimientos dentro de las comunidades judías, encaminados a buscar un lugar en el que poder fundar una patria para dicho pueblo. Se barajaron algunos territorios, aunque finalmente sería Palestina el lugar escogido; después de todo Palestina ya había albergado a los antepasados de este pueblo, y muchos de sus miembros habían conservado la esperanza de que algún día retornaran. Sin embargo Palestina estaba ocupada por una población mayoritaria de árabes musulmanes que desde el principio se opusieron a compartir su territorio con los judíos, a medida que estos iban comprando tierras a terratenientes tanto árabes como otomanos para fundar granjas colectivas (kibutz), crecía la hostilidad entre los dos pueblos. Existía otro problema, este de tipo geográfico; Palestina es un pequeño brazo de tierra situado al sureste del Mediterráneo entre los desiertos del noreste de África y el desierto de Siria, podemos hablar de unos 27.000 kilómetros cuadrados en los que las condiciones de vida son algo más agraciadas debido a la influencia del mar y a la existencia de algunos relieves montañosos que capturan la humedad procedente del Mediterráneo, sin embargo seguimos teniendo un territorio árido o semiárido que no podía acoger a todos los judíos del mundo que lo desearan aún en el supuesto de que el territorio estuviera totalmente libre.
En 1947 la recién creada ONU aprobó la partición de Palestina en dos, un estado Árabe y otro Judío, sin duda que la comunidad internacional se dejó llevar por la mala conciencia de siglos de trato injusto a un pueblo, y por el horror que se iba descubriendo al irse liberando los diferentes campos de concentración y exterminio; se consintió y se apoyó la creación de un nuevo estado (Israel), en contra de la voluntad de la mayoría de los habitantes de un territorio (en 1947 el 67 por ciento de la población Palestina eran árabes musulmanes), lo que creó un conflicto que dura ya 65 años, en el transcurso de los cuales cientos de miles de personas han sido víctimas, muertos, heridos y mutilados, desplazados etc. Israel con el apoyo de occidente y muy especialmente de los Estados Unidos ha vencido y humillado en los diferentes conflictos surgidos al mundo Árabe. Lo que ha ocasionado en este y en el mundo islámico en general una animadversión hacia el mundo occidental.
En la actualidad Cisjordania sigue ocupada parcialmente  por militares y colonos israelíes, es este un territorio de 5.600 kilómetros cuadrados con una población de 2,1 millones de palestinos. Gaza se ha convertido en un enorme campo de concentración de 365 km cuadrados (especialmente desde que Hamas obtuvo el poder en las urnas), en el que viven 1,5 millones de personas; en total los territorios palestinos ocupan unos 6.000 kilómetros cuadrados que albergan a unos 3,6 millones de habitantes; Israel ocupa unos 22.000 km cuadrados en los que viven 7,5 millones de habitantes. A estas alturas la solución al conflicto parece imposible, el último episodio a mediados del actual mes de noviembre del 2012, en el que el ejército israelí bombardeó durante varios días la franja de Gaza en principio como respuesta al disparo de cohetes desde la mencionada franja hacia territorio israelí, el balance de este intercambio es de 140 palestinos muertos frente a cinco israelíes.
El problema del agua puede servir de ejemplo de lo que estamos exponiendo. Israel depende en gran parte del agua que nace en territorios periféricos, sur del Líbano, altos del Golán en Siria, además de Cisjordania en donde tiene parte de su recorrido el río Jordán y en donde parecen existir importantes acuíferos; la política del gobierno de Israel es totalmente discriminatoria con el pueblo palestino al que trata de privar de buena parte de los recursos acuíferos en beneficio del pueblo de Israel, sin olvidar de que los territorios sirios del alto del Golán están ocupados militarmente por los judíos.
Como ya indiqué la solución al conflicto no parece estar próxima, las posiciones están enquistadas por décadas de enfrentamientos y odio; el territorio en cuestión no da para más, lo más probable sea que la situación empeore (al menos la de los palestinos), ya que el crecimiento demográfico hace que cada día haya más bocas que alimentar, mientras que los recursos no aumentan. La comunidad internacional ayudó de forma decisiva a crear un problema que ahora 65 años después no sabe como resolver.
Antonio Fernández

1 comentario:

Cris V dijo...

Enhorabuena por tus magníficos artículos!Gracias a ellos vamos adquiriendo un poco más de sabiduría.

Sois grandes DISINCREÍBLES!!