Holocausto
Gitanos, izquierdistas, personas con
discapacidad, homosexuales, prisioneros de guerra, pero sobre todo judíos
fueron las víctimas del holocausto nazi, llevado por estos en campos de
concentración y exterminio situados en diferentes puntos de Europa. Estamos sin
duda ante uno de los hechos (quizás el que más), más deplorables y criminales
en la historia de nuestra especie.
Por lo que a los judíos se refiere se
calcula que murieron unos cinco millones de individuos, especialmente en el
transcurso de la segunda guerra mundial (1939-1945), víctimas de la barbarie y
sin razón de la ideología nazi. Este lamentable episodio fue la culminación de
siglos de persecuciones, matanzas y todo tipo de vejaciones a las que fueron
sometidas las comunidades judías situadas a lo largo y ancho del viejo
continente.
El odio, la superstición, la ignorancia, el
miedo, son algunas de las causas que impulsaron a los cristianos a maltratar de
una forma tan ostensible a unas comunidades judías dispersas y en minoría, en
unos siglos de oscurantismo y tinieblas. Eran tiempos en los que los judíos
sirvieron de cabezas de turco a sociedades dominadas por el fanatismo y la
superstición, comunidades que no dudaban en culpar a los judíos de las
calamidades que sacudían Europa (epidemias, hambrunas, guerras), sin olvidarnos
de que los judíos también fueron acusados de proselitismo o de rituales en los
que se sacrificaban a niños cristianos.
En el transcurso del tiempo también hubo
épocas de convivencia pacífica en la que una parte de la comunidad dedicada a
profesiones como el comercio, la banca o la recaudación de impuestos acumularon
fortunas que despertaron la envidia y la indignación de sectores de las
poblaciones cristianas y que llegado el momento también justificaron la
hostilidad hacia un pueblo acusado de ser los descendientes de los que habían
asesinado a Jesucristo, obviando por otra parte que el propio Jesús era Judío.
Ya en el siglo diecinueve aparecen
movimientos dentro de las comunidades judías, encaminados a buscar un lugar en
el que poder fundar una patria para dicho pueblo. Se barajaron algunos territorios,
aunque finalmente sería Palestina el lugar escogido; después de todo Palestina
ya había albergado a los antepasados de este pueblo, y muchos de sus miembros
habían conservado la esperanza de que algún día retornaran. Sin embargo
Palestina estaba ocupada por una población mayoritaria de árabes musulmanes que
desde el principio se opusieron a compartir su territorio con los judíos, a
medida que estos iban comprando tierras a terratenientes tanto árabes como
otomanos para fundar granjas colectivas (kibutz), crecía la hostilidad entre
los dos pueblos. Existía otro problema, este de tipo geográfico; Palestina es
un pequeño brazo de tierra situado al sureste del Mediterráneo entre los
desiertos del noreste de África y el desierto de Siria, podemos hablar de unos
27.000 kilómetros cuadrados en los que las condiciones de vida son algo más
agraciadas debido a la influencia del mar y a la existencia de algunos relieves
montañosos que capturan la humedad procedente del Mediterráneo, sin embargo
seguimos teniendo un territorio árido o semiárido que no podía acoger a todos
los judíos del mundo que lo desearan aún en el supuesto de que el territorio
estuviera totalmente libre.
En 1947 la recién creada ONU aprobó la
partición de Palestina en dos, un estado Árabe y otro Judío, sin duda que la
comunidad internacional se dejó llevar por la mala conciencia de siglos de
trato injusto a un pueblo, y por el horror que se iba descubriendo al irse
liberando los diferentes campos de concentración y exterminio; se consintió y
se apoyó la creación de un nuevo estado (Israel), en contra de la voluntad de
la mayoría de los habitantes de un territorio (en 1947 el 67 por ciento de la
población Palestina eran árabes musulmanes), lo que creó un conflicto que dura
ya 65 años, en el transcurso de los cuales cientos de miles de personas han
sido víctimas, muertos, heridos y mutilados, desplazados etc. Israel con el
apoyo de occidente y muy especialmente de los Estados Unidos ha vencido y
humillado en los diferentes conflictos surgidos al mundo Árabe. Lo que ha
ocasionado en este y en el mundo islámico en general una animadversión hacia el
mundo occidental.
En la actualidad Cisjordania sigue ocupada
parcialmente por militares y colonos
israelíes, es este un territorio de 5.600 kilómetros cuadrados con una
población de 2,1 millones de palestinos. Gaza se ha convertido en un enorme
campo de concentración de 365
km cuadrados (especialmente desde que Hamas obtuvo el
poder en las urnas), en el que viven 1,5 millones de personas; en total los
territorios palestinos ocupan unos 6.000 kilómetros cuadrados que albergan a
unos 3,6 millones de habitantes; Israel ocupa unos 22.000 km cuadrados en los
que viven 7,5 millones de habitantes. A estas alturas la solución al conflicto
parece imposible, el último episodio a mediados del actual mes de noviembre del
2012, en el que el ejército israelí bombardeó durante varios días la franja de
Gaza en principio como respuesta al disparo de cohetes desde la mencionada
franja hacia territorio israelí, el balance de este intercambio es de 140
palestinos muertos frente a cinco israelíes.
El problema del agua puede servir de
ejemplo de lo que estamos exponiendo. Israel depende en gran parte del agua que
nace en territorios periféricos, sur del Líbano, altos del Golán en Siria, además
de Cisjordania en donde tiene parte de su recorrido el río Jordán y en donde
parecen existir importantes acuíferos; la política del gobierno de Israel es
totalmente discriminatoria con el pueblo palestino al que trata de privar de
buena parte de los recursos acuíferos en beneficio del pueblo de Israel, sin
olvidar de que los territorios sirios del alto del Golán están ocupados
militarmente por los judíos.
Como ya indiqué la solución al conflicto no
parece estar próxima, las posiciones están enquistadas por décadas de
enfrentamientos y odio; el territorio en cuestión no da para más, lo más
probable sea que la situación empeore (al menos la de los palestinos), ya que
el crecimiento demográfico hace que cada día haya más bocas que alimentar,
mientras que los recursos no aumentan. La comunidad internacional ayudó de
forma decisiva a crear un problema que ahora 65 años después no sabe como
resolver.
1 comentario:
Enhorabuena por tus magníficos artículos!Gracias a ellos vamos adquiriendo un poco más de sabiduría.
Sois grandes DISINCREÍBLES!!
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