miércoles, 29 de junio de 2011

EL CASO: El trabajo no es cosa de niños



Las imágenes nos acercan la dureza de las condiciones de vida de muchos niños trabajadores.
Los niños ladrilleros de Perú, como todos, deberían estar en la escuela. Obligados a trabajar por la pobreza fabrican 300 ladrillos al día. Presentan altos niveles de intoxicación, baja estatura, los pies planos, un color amarillento en su piel, problemas en los riñones y en la columna por el peso de los moldes, y una muy baja expectativa de vida. En América latina hay 18 millones de niños menores de 14 años que trabajan. En su gran mayoría, en las peores formas de trabajo infantil, en minas y canteras, en tareas agrícolas pesadas, en basureros, en mercados, en la calle, como mulas del narcotráfico. Muchos son objeto de explotación sexual.
Es curioso que una de las principales premisas de la Globalización sea la “descolonización” y que precisamente los niños, quienes deberían ser los principales beneficiados del cambio, los que sigan trabajando como mineros en el cerro de Potosí, en Bolivia, casi en las mismas condiciones en las que lo hacían cuando eran esclavos, 500 años atrás.
En el campo, son los niños los que se encargan de todas las faenas junto a sus padres. Atender las ovejas y recoger la cosecha siempre está primero que la escuela, hecho que los condena a reproducir, tal vez para siempre, la pobreza que heredaron de sus padres.

Juan Ramón
Voluntario aula ocupacional de nuevas tecnologías.

1 comentario:

Carla TS dijo...

Mas de 200 millones de niños!!! creo q eso lo dice todo.

Y que podremos hacer?¿? si todo el mundo donase 10 centimos (algo insignificante para nosotros) x 40 millones de españoles que somos, solo nuestro pais, no me atrevo ni a escribirlo!!