viernes, 29 de abril de 2011

EL ARTÍCULO DEL MES


El terremoto de Japón 2011

El pasado viernes 11 de marzo de 2011, a las 14 horas 46 minutos (hora local), se produjo un terremoto que alcanzó los 9 grados en la escala de Richter; se trata del mayor terremoto registrado en el Japón hasta la fecha, y el cuarto mayor de la historia ( al menos desde que existen mediciones ). El epicentro se localizó a los 38 ,19 grados de latitud norte, y a los 142, 22 grados de longitud este.  Dicho lugar se sitúa en la denominada fosa del Japón, aquí la placa del pacífico se mete por debajo (subduce), de la de Ojotsk, placa sobre la que se asienta el este del archipiélago japonés. En esta zona se produjeron desde 1973 nueve seísmos que superaron los 7 grados de magnitud; en esta ocasión el terremoto principal fue seguido de tres réplicas que alcanzaron los 7 grados, y más de cien que alcanzaron los 4,5.
El epicentro tuvo lugar bajo el mar a unos 24 kilómetros de profundidad, 130 km al este de la ciudad de Sendai situada en la prefectura de Miiagi, y a unos 375 kilómetros al norte de Tokio (la mayor aglomeración urbana del planeta).
Al producirse bajo el océano, provocó un maremoto, que a su vez causó olas de tsunami, provocando alertas de tsunami en una gran parte de la cuenca del pacífico. Los mayores estragos causados por las olas gigantes, tuvieron como escenario varias prefecturas de la costa este de la isla de Honsu, en donde el mar penetró varios km en el interior, arrasando todo lo que encontró a su paso.
Hasta la fecha se calcula que perdieron la vida a consecuencia del mencionado seísmo alrededor de 18.000 personas, al mismo tiempo que otras 500.000 resultaron afectadas, en su mayor parte por la pérdida de sus hogares, para darse una idea de la magnitud de este cataclismo, se piensa que la isla de Honsu ( la mayor isla del archipiélago ), fue desplazada unos 2,4 metros, al mismo tiempo que el eje terrestre fue alterado unos 10 centímetros .
Pero en esta ocasión a los habituales estragos causados por este tipo de fenómenos naturales, hay que añadir los daños causados en tres centrales nucleares, especialmente en la de Fukushima. Esta central situada en la prefectura homónima, consta de seis reactores, y fue afectada tanto por los movimientos de tierra como por el tsunami, a consecuencia de lo cual fallaron los sistemas de refrigeración, aumentando de forma peligrosa la temperatura de los núcleos. A estas alturas la situación sigue siendo complicada, miles de personas tuvieron que ser evacuadas, y se han producido escapes radiactivos que han contaminado algunas zonas próximas a dicha central.
Japón es la segunda o tercera potencia económica del planeta, y eso a pesar de carecer de fuentes de energía y de materias primas suficientes para satisfacer sus necesidades aún de una forma mínima. Así las cosas sus dirigentes optaron por la energía nuclear como una de sus fuentes principales, posee un total de 51 centrales que suministran una tercera parte de la electricidad que consume. Al optar por la mencionada energía asumieron un grave riesgo, teniendo en cuenta la inestable zona sobre la que se sitúa el país nipón.
Japón es un claro ejemplo de las políticas humanas actuales, encaminadas a un crecimiento continuo de sus economías (al menos en el primer mundo), sin tener en cuenta que los recursos planetarios son finitos y limitados, y que su uso indiscriminado está teniendo graves repercusiones en los sistemas ecológicos de la tierra.
La energía nuclear no produce gases de efecto invernadero, que hacen que la temperatura media del planeta ascienda de forma peligrosa, provocando un aumento del nivel marino, aumento que va a inundar millones de kilómetros cuadrados, habitados en la actualidad por millones de seres humanos. Sin embargo, las centrales nucleares, pueden sufrir graves accidentes ( precisamente se cumplen en estas fechas el 25 aniversario del accidente de Chernóbil ), que pueden causar miles de víctimas; y a estas alturas no se sabe qué hacer con los residuos generados por dicha actividad, residuos que van a continuar siendo un problema para las generaciones venideras, durante un muy largo periodo de tiempo.

Antonio Fernández

4 comentarios:

Puri dijo...

Antonio, no sabemos hasta que suceden este tipo de catástrofes a que peligros estamos expuestos, ya que no esta en nuestro alcance poder valorar las medidas (entre otros) de seguridad de Centrales Nucleares. Esperemos que los/as que tienen o pueden tener control en estes asuntos sean responsables por el bién de todos.

Cris Novo dijo...

Esto fue terrible. Cualquier desastre natural es horroroso, conmociona... te pone la piel de gallina. Son vidas truncadas en segundos, sin que puedas controlar absolutamente nada... estremecedor...

Antonio, como siempre, le das un punto muy tuyo a tus artículos. Sabemos que lo de la energía nuclear no es la fórmula que más te gusta... Gracias por seguirnos escribiendo en este rinconcito!!

marux dijo...

Muy bueno el artículo.
Añado un comentario de una japonesa residente en la zona (lo escuché aquellos días en la radio):
"Hemos construido nuestras casas en las laderas de los volcanes y a la orilla de una falla marina. Tendremos que replantearnos el futuro" Yo lo interpreto como si dijera:" Hemos sido tan soberbios con nuestra "sabiduría" tecnológica, que lo vamos a pagar muy caro".

Amaya dijo...

Fue una de las grandes catástrofes del nuestro siglo. Terrible suceso que asoló decenas de kilómetros, dejando a su paso una terrible estampa.
Felicidades Antonio, como siempre un gran trabajo.