El asesinato de John Fitzgerald Kennedy
El 22 de noviembre de 2013, se cumplieron cincuenta
años del asesinato del presidente número 35 de los estados Unidos de
Norteamérica, John F Kennedy, este había sido elegido tras derrotar al candidato del partido
republicano Richard Nixon en 1960, en
una de las elecciones más reñidas de la historia.
Kennedy sigue siendo el presidente electo más joven de
la historia estadounidense (tenía 43 años), aunque el presidente más joven de
la mencionada nación sigue siendo Teodoro Roosevelt, asumió la presidencia con
42 años, aunque en esta ocasión no fue como resultado de unas elecciones, sino
que accedió a la casa blanca al ser asesinado el entonces presidente Mckinley.
Kennedy era el segundo de nueve hermanos de una
familia de la clase media alta de Massachusetts; participó en la segunda guerra
mundial, en la que fue condecorado, se licenció en la universidad de Harvard,
iniciando su carrera política al finalizar la segunda guerra mundial; fue
senador desde 1953 hasta 1960, fecha en la que como ya indicamos se convirtió
en presidente, siendo el primer (y hasta el día de hoy el único), presidente
norteamericano en pertenecer a la religión católica.
Durante su mandato de dos años se vivió uno de los
momentos más tensos de la guerra fría, nos referimos a la crisis de los misiles
de octubre, cuando la Unión Soviética intentó colocar misiles con cabezas
nucleares en cuba, la administración de Washington respondió con el bloqueo de
la isla, temiéndose entonces por un enfrentamiento nuclear, enfrentamiento que
no se produjo al llegarse a un acuerdo por el que los soviéticos no colocaron
los mencionados misiles a cambio de que los estadounidenses se comprometieron a
no volver a apoyar ningún intento de derrocamiento del régimen cubano salido de
la revolución de 1958. Otro de los aspectos destacados de la administración Kennedy,
fue su lucha a favor de la igualdad de derechos entre todos los ciudadanos
estadounidenses, teniendo especial repercusión entre los afroamericanos de los
estados del sur, los cuales seguían sufriendo discriminaciones sociales y
políticas cien años después de la abolición de la esclavitud.
En cuanto al conflicto de Vietnam, continuó con la
política de su antecesor, apoyando a Vietnam del sur frente al régimen
comunista de Vietnam del norte que luchaba por la reunificación en un solo país
; ha quedado como una de las incógnitas de la historia, el saber que política
hubiera seguido JFK en el caso de haber podido seguir gobernando unos años más,
existen teorías que afirman que el presidente estaba pensando en retirar las
tropas, de haber sido así la parte más virulenta del conflicto, en la que
murieron 35.000 soldados norteamericanos (además de decenas de miles de heridos
de todo tipo), se calcula que las víctimas vietnamitas superaron los 200.000,
no hubiera tenido lugar. En este periodo se incrementó la lucha del estado
frente a la mafia, la economía conoció un periodo de bonanza; y la
investigación espacial recibió un fuerte impulso.
El asesinato tuvo lugar en la ciudad texana de
Dallas, cuando el presidente recorría las calles en una limusina descapotable.
Oficialmente se realizó una investigación (comisión Warren), que llegó a la
conclusión de que Lee Harvey Oswald había sido el único autor de los disparos,
actuando por su propia iniciativa y sin estar respaldado por ninguna
organización; sin embargo en los años y décadas sucesivas se iban a criticar
los trabajos oficiales de la investigación, recordemos que Lee Harvey Oswald
nunca confesó ser el autor de los disparos, siendo asesinado dos días después en
los sótanos de una comisaría cuando iba a ser trasladado ante el juez, el autor
de su muerte Jack Rubi era un confidente
de la policía y supuestamente estaba relacionado con la mafia. Estas y otras
circunstancias provocaron que sobre este hecho se vertieran ríos de tinta,
barajándose todo tipo de hipótesis, se habla de una conspiración en la que
pudieran haber participado entidades tan respetables como el FBI, la CIA, el
Pentágono, e incluso estaría implicado el propio vicepresidente Lindon B Johnson,
sin olvidar la posible participación de la mafia o de los exiliados cubanos.
En todo caso, nada se sabe a ciencia cierta, quizás
tengan que pasar otros cincuenta años para aclarar los misterios que rodearon
el magnicidio, quizás nunca se lleguen a saber dichas circunstancias. Lo cierto
es que el presidente Kennedy sigue figurando en las encuestas como uno de los
mejores presidentes de la historia norteamericana a la misma altura que George Washington,
Abraham Lincoln o Franklin Delano Roosevelt; sin duda que las circunstancias
que rodearon su muerte contribuyen a que el mencionado personaje siga gozando
de gran popularidad, sin olvidar que su hermano Robert que había sido fiscal
general del estado durante el mandato de John , también fue asesinado en 1968
cuando participaba en las elecciones primarias del partido demócrata. Este
hecho contribuyó a mitificar no solo al presidente sino a la saga de los Kennedy,
aunque con el paso del tiempo al irse conociendo aspectos de la vida de Kennedy,
tanto a nivel personal como público esta mitificación ha ido perdiendo fuerza.
De todas formas el magnicidio de JFK sigue siendo
el más mediático de la historia.
Antonio Fernández
1 comentario:
Estos americanos son muy peculiares!! duermen con armas, que pretenden?
Publicar un comentario