jueves, 31 de enero de 2013

SALA DE LECTURA


Capítulo 12: 

A las diez de la mañana ya estaba josé luís dispuesto a salir del hotel, había dormido seis horas con victoria a su lado, le preguntó su nombre real, pero no quiso decírselo , la vio irse por la ventana y se sintió triste porque a lo mejor no la volvía a ver nunca más.  Después cogió un taxi y se dirigió a su trabajo, como  siempre, cuando tenía una reunión como esta, se dirigía a ver al presidente de la compañía, daniel cornejo, para  contarle las últimas novedades.

Daniel había estado en la organización del tablero cuadrado, aproximadamente unos cuatro años y sabia todos lo secretos que se guardaban, eran  ocho caballeros, todos  ocupaban altos cargos en sus respectivas compañías, también formaban una autentica piña, todos y cada uno ellos, esto le sorprendía mucho a josé luís, porque cuando estaban fuera de la organización, cada uno de ellos defendía los intereses de sus propias compañías, pero al estar allí, lo único que importaba era el tablero cuadrado, cosa lógica por otra parte, porque los problemas que surgían se hablaban y se discutían allí dentro, no podía ni debían sacarlos fuera.

Aunque josé luís se sentía un hombre muy poderoso, había conseguido hace unos meses el ascenso a vicepresidente primero, coche nuevo, casa nueva, nuevos amigos y el acceso a importantes secretos, pensaba que todo había ocurrido muy deprisa y el problema estaba en él. 

Por mas  que lo intentaba, no lograba desechar la sensación de que aquello le venia grande, a causa de que a lo largo de su vida, había tomado mas de un atajo con respecto a la ley, la moral y otros principios para conseguir lo que deseaba. Y no había nada en el tablero  cuadrado que no pudiese aceptar, y mas teniendo en cuenta que se jugaban su compañía como él… salió del despacho de su jefe y se dirigió al suyo, encendió su ordenador y se metió en internet y allí descubrió la fotografía de eva con un pequeño artículo, una periodista que había desaparecido hacia doce horas y de momento nadie sabía de su paradero, la policía ya había sido avisada , pero de momento no podía hacer nada a causa de que llevaba pocas horas desaparecida.

A José Luís le entró un escalofrío por todo su cuerpo, cuando descubrió la fotografía de eva, a ratos no le cabía la menor duda de que la mujer de la foto era eva, pero su nombre real no era ese, por supuesto le había mentido una vez mas y se sentía frustrado, se llamaba sandra lozano, pero tenía muchas dudas porque la mujer de la foto daba la impresión de ser más joven, y resultaba menos atractiva que eva. 

Salió del despacho confundido llegó a casa sobre las tres de la tarde, su mujer le había dejado una nota, donde le decía “me voy con los niños a la warner, volveré por la noche, te he dejado comida en el microondas”. Encendió la televisión, se puso a comer lo que le había dejado su mujer y luego durmió la siesta. Su jefe también le comunicó por la mañana que ricardo llanos, el jefe de contabilidad de la compañía, se estaba muriendo en el hospital “la roca”, las malas noticias se le acumulaban a pasos agigantados.  

Enrique Sanmartín 

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