lunes, 30 de abril de 2012

ARTÍCULO DEL MES

Hambruna en el Sáhel  

El Sáhel  es una extensa región africana situada al sur del desierto del Sahara, este es su límite norte, al sur está delimitada por las sabanas y selvas tropicales del golfo de Guinea y el África central, al este con el mar rojo y al oeste con el océano Atlántico; su extensión es de unos cuatro millones de kilómetros cuadrados, algunas de las naciones que la conforman están entre las más pobres de la tierra. Concretamente sobre el Sáhel  se asientan, el sur de Mauritania, Malí, Níger, buena parte del Chad, Sudán y Eritrea, así como el norte del Senegal, Guinea, Burkina Faso, Nigeria y Camerún.
Su relieve es predominantemente horizontal, su clima es una transición entre la extrema aridez sahariana y las zonas húmedas o semihúmedas de las sabanas tropicales africanas. Es un clima semiárido, cuyas precipitaciones oscilan entre los 200 milímetros del norte y los 600 del sur (aunque otras fuentes hablan de 20 milímetros al norte y 200 al sur), las altas temperaturas provocan una gran evaporación en la zona.
En todo caso hablamos de un territorio con un déficit de agua, afectado cíclicamente por periodos de sequía, estos periodos parecen haber aumentado desde el principio de los años sesenta (¿efectos del cambio climático?), a la vez que en estas últimas décadas se experimenta un importante aumento demográfico. Esto tiene como consecuencia una mayor presión sobre los suelos dedicados a la agricultura y el pastoreo que provoca a su vez un avance del desierto, con el consiguiente desplazamiento de las poblaciones.
Un ejemplo de lo que estamos diciendo, es el lago Chad, este lago tenía una extensión de 26000 kilómetros cuadrados al iniciarse la década de los sesenta, pasando a 1500 km cuadrados en el año 2000, o a los 900 actuales; el descenso de las precipitaciones, junto con el aumento del aprovechamiento del agua, tanto del lago como de sus tributarios, está detrás de la espectacular merma.
La mayor parte de las naciones mencionadas son antiguas colonias francesas, que al igual que el resto de las colonias africanas sufrieron las consecuencias de una colonización depredadora, en la que las potencias europeas explotaron durante décadas los recursos y las personas, se repartieron el continente como si de una tarta se tratase, estableciendo fronteras arbitrarias pensadas tan solo para satisfacer sus intereses sin contar con la opinión de los grupos nativos.
Tras la independencia las cosas no cambiaron demasiado ya que la mayor parte de los países africanos siguieron sometidos a sus antiguos colonizadores, que no dudaron en apoyar regímenes autoritarios y corruptos con tal de que estos siguieran satisfaciendo sus intereses. Son varias las organizaciones no gubernamentales que avisan de una eminente crisis alimentaria en el área de la que estamos hablando, se menciona la cifra de trece millones de seres humanos amenazados por el hambre, y esto cuando aún están vigentes las hambrunas del cuerno de África o del Congo.
La falta de infraestructuras y de una organización política eficiente favorece que las consecuencias de las hambrunas sean más graves, sin olvidar los conflictos armados en distintos puntos de la región. Es posible que la actual crisis alimentaria tenga una respuesta más débil por parte de los países más desarrollados, debido a la crisis económica por la que estos están pasando, olvidando la deuda que tienen contraída con un continente que fue y sigue siendo explotado por las potencias más desarrolladas, que quizás no lo serían tanto en el caso de no llevarse a cabo políticas internacionales injustas que favorecen a un primer mundo (que son los que imponen las reglas del juego).
De todas formas no parece que la solución a los problemas crónicos por los que atraviesan muchas naciones, entre ellas las del Sáhel, tengan su solución en las donaciones periódicas de alimentos y medicinas.
El cambio de las políticas internacionales, que favorecen a los países más desarrollados, está detrás de las soluciones a los problemas del Sáhel  y el resto del tercer mundo, serán cambios que llegarán con cuentagotas, y que en un futuro podrían crear las condiciones apropiadas para que los habitantes de dichos países pudiesen llevar una vida sin tantos agobios.

 
ntonio Fernández

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