El ÚLTIMO TRAMO - CAPÍTULO 9
Enrique se
metió en el ascensor y bajó hasta la planta baja, donde estaba el restaurante
del hospital, allí se encontró con Cristina Díaz, que estaba sentada en una de
las mesas frente a la barra, hablando tranquilamente con Juan y Mónica.
Cristina era también la terapeuta ocupacional de su equipo, todos los martes y
jueves daba terapia a todas las personas que tenían algún tipo de cáncer,
aparte se había hecho muy amiga de Enrique, ya que estaba recibiendo por parte
de ella, todos los lunes unas clases de ayuda para caminar mejor. Ya estaban
comiendo, habían pedido unos platos combinados, todos diferentes.
Enrique se
sentó en la única silla que quedaba libre, lo primero que hizo fue preguntar
por Ricardo Llanos, le confirmaron que tenía razón en sus pronósticos, había
sido envenenado con material radioactivo. Después pidió para comer un plato
combinado con una ensalada, al mismo tiempo de traerle la comida, sonaba el
móvil de Cristina, dándole una mala noticia, se le acababa de morir un
paciente, Carlos Jiménez, Cristina estuvo con él esa misma mañana, tomándole
medidas a su pie derecho para hacerle una férula y según ella se encontraba muy
bien hacía tres horas, pero cuando los médicos entraron en la habitación,
avisados por la enfermera de planta, lo encontraron muerto sin que se pudiera
hacer nada por él, les explicó Cristina a sus compañeros.
Enrique y los
dos miembros de su equipo que estaban con él en aquellos momentos, se quedaron
estupefactos y sin palabras ante la magnitud de la noticia, porque no era la
primera vez que ocurrían estos fallecimientos dentro del hospital, les llamaban
muertes de tiempo reducido, porque pasaban tan rápido que a los médicos no les
daba tiempo a nada, a pesar de tener todos los medios necesarios para reanimar
al paciente. En los últimos cinco meses, Enrique tuvo tres casos así, pero no
le dio demasiada importancia, porque eran pacientes que tenían metástasis
agudas, y les quedaba poco tiempo de vida.
Cristina se
levantó de su asiento y salió rápidamente del restaurante, se dirigió a la
segunda planta, donde el ambiente era triste y desolador. Se fueron también
Juan y Mónica, para poder preparar la operación que tenían programada a las
cuatro de la tarde, mientras Enrique quedó sólo, comiendo y pensando en el caso
de Carlos, después volvió a coger el ascensor para ir hasta la primera planta,
donde estaban los quirófanos. A las seis de la tarde, tenía una conferencia,
donde se iba a hablar de los médicos de familia. Salió dos horas y media más tarde,
fue a ver a Ricardo y también a la persona que había operado, luego por la
tarde acudió a la conferencia al finalizar esta se marchó a casa, donde lo
estaba esperando su mujer para salir a cenar.
Enrique Sanmartín
5 comentarios:
Que pasará... tachin tachán... lo sabremos en el siguiente capítulo de... El Último Tramo!!
Que emocionantee
Ay dios ay dios...hoxe non durmo pensando que vai pasar no próximo! :)
Menuda panda de asesinos e impresentables...que miedo me dan....
Juan a mi toda la información del universo me parece fascinante pero también me da algo de miedo, supongo que será al no saber mucho de su grandiosidad.
Y madre mía, coches sin conductor!!!!! Con lo que me gusta a mi conducir!!!! Suena muy raro pero puede que sea un buen invento para las ciudades quien sabe jejeje
Que intriga!!! a esperar al próximo capítulo.
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