Los paraísos fiscales son lugares en los que el dinero siempre es bienvenido, poco importa que proceda del tráfico ilegal de armas, del comercio con seres humanos, del narcotráfico o sea substraido de países pobres en los que predomina el hambre y la miseria; los regidores de estos lugares no hacen preguntas, no cobran impuestos ( y si lo hacen es de forma mínima ), aseguran a sus clientes el secreto absoluto para proteger sus operaciones.
Existen en todo el mundo unos 70 lugares que responden a estas características, en su mayor parte son microestados que no tienen otra forma de ingresos que los procedentes de la actividad financiera ( Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, islas Vírgenes de Estados unidos, Gibraltar, Mónaco ), son algunos ejemplos, sin olvidarnos de estados como Panamá y Suiza, que también ejercen como tales.
La policía junto con otros cuerpos de seguridad, así como el poder judicial, están luchando contra las bandas organizadas encargadas del tráfico ilegal de drogas a nivel internacional. A pesar de la consecución de éxitos parciales, como la incautación de alijos de droga o la detención de importantes capos; se puede afirmar que en conjunto el narcotráfico mundial apenas se resiente de los golpes recibidos. Siendo así, no parece que la vía policial y judicial sean suficientes para afrontar este problema de alcance global .
La intención de suprimir las plantaciones de coca, opio, mariuana etc con el fin de privar de materia prima a los laboratorios clandestinos, no parece algo. Realizable. La opción de legalizar el mercado de drogas duras, podría dejar a las mafias internacionales sin buena parte del negocio, pero seguiría sin resolverse el grave problema sanitario derivado de la drogadicción de millones de seres humanos. Según la ONU existen unos 50 millones de usuarios habituales de este tipo de sustancias.
Está claro que las lacras a las que me estoy refiriendo, existirían aunque no lo hicieran los paraísos fiscales, pero no cabe duda de que la capacidad de actuación de el crimen organizado sería inferior sin su apoyo. Las potencias occidentales con Estados Unidos a la cabeza, podrían desmontar uno por uno a todos estos lugares , sin embargo no lo hacen ¿ porqué?.
La clave es sin duda el dinero, es decir la sangre del sistema capitalista neoliberal. Cada año son cientos de miles de millones de euros los que se manejan como dinero negro ; estos lugares se encargan de convertir el dinero sucio obtenido con el sufrimiento y el dolor de millones de seres humanos, en dinero legal. Este dinero por su magnitud juega un papel importante en las economías de no pocas naciones, incluyendo las más poderosas.
A pesar de las declaraciones públicas en el sentido de combatir a muerte los mercados ilegales, especialmente el del narcotráfico. La realidad de los hechos parece ser bien distinta; Estamos en un mundo que no se rige por motivos éticos o morales; sinó por intereses económicos. Por lo tanto las víctimas de la droga como de cualquier otro mercado ilegal, no dejan de ser para el sistema económico vigente, algo así como daños colaterales, en realidad lo que importa es el dinero y como señaló Maquiavelo el fin justifica los medios.
Pienso que mientras exista demanda de drogas duras existirá su comercio. Habría que preguntarse el porqué de dicha demanda, especialmente cuantiosa en las naciones más desarrolladas ¿ qué es lo que falla en las sociedades más avanzadas para que tantas personas acudan a las drogas?
Antonio F.V.
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