La carta que un belga escribió a su hijo hace 20 años llega por mar a Porto do Son
Según el periódico La Voz de Galicia, un vecino de la ciudad belga de Roeselere, probablemente se llamaba Pierre Vandommele, arrojo una botella con una carta dentro, llena de sentimientos, de melancolía y de amor por su hijo o hija y su mujer. Han pasado más de veinte años y ese mensaje ha llegado a tierras gallegas, concluyendo su gran aventura que protagonizó esta particular correspondencia por el mar hasta la playa de San Pedro de Muro, en el municipio de Porto do Son.
La carta llegó en una botella de cristal y fue a parar a manos de Ángeles Pazos, junto a su marido intentaron descifrar el contenido del mensaje y al introducir algunas palabras en Internet, descubrieron que estaba escrita en flamenco. No estaba firmada ni datada, pero Ángeles Pazos pensó que se trataba de una carta de amor, pero por estar escrita a mano no pudo traducirla en su totalidad y es muy difícil descifrar todas las letras. Gracias a Google Earth consiguió localizar el domicilio.
Esta noticia ha traspasado fronteras, porque los diarios belgas Sud Presse y Het Laatste Nieuws realizaron la traducción de la carta, se desplazaron hasta Roeselere para localizar al remitente y así poder comprobar el original hallazgo. La curiosidad se apoderó de Ángeles Pazos porque nadie sabia si el autor cambió de país o falleció, aunque esta deseosa de saber más datos sobre este misterioso mensaje. También en los medios belgas ha causado sensación, porque la semana pasada una mujer inglesa encontró otro mensaje en la playa que había escrito un adolescente belga hace 33 años.
Ángeles Pazos guarda con cariño el hallazgo, esta decidida a enmarcarla en una pared de su casa, seguirá investigando para conocer más detalles de esta historia que el destino quiso compartir con ella, porque quedó prendada del secreto que esconde.
Enrique Sanmartín
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