viernes, 29 de enero de 2010

EL NOTICIERO

EL TERREMOTO DE HAITÍ
El martes 12 de enero del 2010, tuvo lugar un terremoto, que afectó de lleno a la zona metropolitana de puerto príncipe, capital de Haití; en la que se concentra la mitad de la población del mencionado país. La magnitud del mismo fue de 7,3 en la escala de Ritcher, y sus consecuencias fueron debastadoras. Casi una semana después la situación sigue siendo caótica, existiendo grandes dificultades para poder repartir la ayuda humanitaria llegada desde lugares muy diversos. Se calcula que cada año, tienen lugar en nuestro planeta, unos 50 seismos de estas características, la mayor parte de los cuales suceden en áreas despobladas, o con niveles de población muy bajos. Estos fenómenos de la naturaleza, son la consecuenciadel calor interno del planeta, que sigue pugnando por salir al exterior, rompiendo para ello la corteza terrestre. En esta ocasión, como en tantas otras, la naturaleza se cebó con uno de los países más pobres de la tierra. Esto no es debido a que esta , tenga una especial predilección por los más desfavorecidos, a la hora de manifestar su tremendo poder destructivo; simplemente se debe a que en nuestro mundo, los espacios desfavorecidos en el reparto de la riqueza, son mucho más abundantes que los privilegiados. Aunque las muestras de solidaridad, que se están dando para socorrer al pueblo haitiano, son dignas de elogio, no nos pueden hacer olvidar el problema de fondo, cual es la ya mencionada injusta repartición de los beneficios obtenidos de la explotación de los recursos disponibles. En este sentido podemos hablar de una humanidad, que no sabe, no puede o no quiere poner remedio a esta injusticia. Me pregunto si los diseñadores del sistema económico predominante en la actualidad, me refiero a los neoconservadores, son conscientes de lo injusta que resulta su teoría económica para una gran parte de los seres humanos . Yo pienso que si lo son, porque no parece demasiado complicado darse cuenta de que en nuestro planeta los recursos disponibles no alcanzan a permitir que la mayoría de nuestros semejantes puedan mantener un nivel económico, como el existente en los países más desarrollados. Es imposible que esto pueda suceder, simplemente porque vivimos en un mundo finito y limitado. El sistema económico predominante en los países más desarrollados, es simplemente insostenible, ya no solo por las mencionadas limitaciones materiales, sino también por el impacto negativo de dicha actividad sobre la ecología planetaria. Dicho esto, pienso que sostener que los grandes dirigentes del primer mundo, junto con sus asesores, y los organismos existentes para dirigir sus políticas como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Organización mundial del Comercio, están llevando a cabo una política mundial injusta a sabiendas de que lo están haciendo, con el fin de impedir el desarrollo de las naciones tercermundistas no es en absoluto descabellado.
Antonio Fernández Vizcaíno
UN BURRO MUY LISTO
Carmen Novoa de A Pastoriza adoptó hace cinco años un asno muy viejo y lo llevo para la producción ganadera que administra su familia en término de Gueimonde para impedir que el animal, al que bautizo con el nombre de Copito por ser totalmente blanco, terminase en el matadero. Lejos lamentar su determinación adquirida, Carmen esta satisfecha con su pollino que según señala “es muy cariñoso y me saluda cuando vuelvo de trabajar” “Copito es muy afectuoso, pero bastante perezoso” añade Carmen, que cree que este jumento es de origen asturiano y tendrá unos 35 años según explico el ganadero que se lo dono, por que “no le debían pagar por él ni siquiera los gastos derivados del transporte. “Cuando llegó aquí, venia enfermo, muy delgado y tenia bultos por todas partes”, declaro Carmen, que dice que “ahora esta de maravilla y no le falta de nada. Come todo lo que apetece y esta todo el día fuera, por que no le gusta el cobertizo. En los cinco años que lleva en A Pastoriza. Copito ha conseguido un auge exclusivo entre los animales de la granja, por lo que explica Carmen, quien admite que “beneficio no nos reporta ninguno, aunque tampoco da gastos, por que le damos algo de pienso y lo desparasitamos todos los veranos y también lo afeitamos una vez al año” cuenta. La dueña del borrico que descubrió en A Pastoriza el sitio perfecto para pasar sus últimos años, esta encantada con él, por que “es muy bonito, simpático y muy sibarita a la hora de comer”. De hecho dice Carmen “además de hierba, lo que más le gusta es el pienso, las galletas, la cerveza sin alcohol y, en verano los helados”. “es un goloso por eso esta gordo” manifestó su ama, que pide a las personas que no matar a loo burros.
Juan Antonio García

4 comentarios:

Puri dijo...

Se me hace complicado desarrollar un comentario jocoso al relato del burro, después de leer el texto sobre Haití. Yo tampoco entiendo la injusticia que supone, los más débiles siempre se lleven la peor parte y no se si llegará el día en que lo logre entender.
Felicidades por los artículos

Cris TO dijo...

Es realmente triste el castigo que la naturaleza impone a un pueblo tan castigado ya por la pobreza. Sin duda ha sido un terremoto que nos ha mostrado lo injusta y cruel que puede ser la realidad en la que viven tantas y tantas personas, y creo que deberíamos hacernos eco de ello.
En cuanto a lo del burro, si que es listo si...menuna dieta mediterránea que se nos gasta el tío...

Enhorabuena a los dos.

Carla TS dijo...

Lo triste de Haití es que siempre le tocan las desgracias a los mas pobres.

Como haceis reflexionar y valorar las cosas que tenemos. Como por ejemplo la solidaridad de la dueña del burro.

Saludos

Cris 3 dijo...

Enhorabuena por ambos artículos!
En cuánto al primero, sólo decir, que esperemos que no ocurran más sucesos así, que realmente es terrorífico ver el desastre que ha causado el terremoto en un pueblo tan pobre..

En cuanto a lo del burrito, un ejemplo a seguir, ya que hay muchos animalitos enfermos que lo que necesitan es un dueño como Carmen.

Saludoss!!!