jueves, 31 de octubre de 2013

ARTÍCULO DEL MES

Libia dos años después.

El pasado 20 de octubre se cumplieron dos años desde que el líder libio Muamar el Gadafi fuera capturado y ejecutado por miembros de las milicias del CNT (Consejo Nacional de transición), poniendo fin a una guerra civil de siete meses de duración, guerra civil en la que intervino la OTAN de forma decisiva a favor de los sublevados.
Dos años después, la situación en el interior de Libia es caótica, el poder central es incapaz de hacerse respetar, los diferentes grupos que lucharon unidos contra el entonces enemigo común (Gadafi), ahora cada uno va por su lado; la corrupción campa a sus anchas, las fronteras son permeables al tráfico de armas, drogas y personas, la seguridad ciudadana es precaria, mientras que la economía va en retroceso, existiendo el riesgo de la reanudación de la guerra.
A comienzos del año 2011, antes de que en el marco de la denominada Primavera del mundo Árabe comenzaran las protestas en contra del  régimen, Libia era el país africano con un PIB nominal más elevado, gozando sus habitantes de la renta per cápita más alta  del mencionado continente, los libios tenían la mayor esperanza de vida al nacer (siempre hablando de África), siendo el país africano con un mayor nivel de alfabetización (casi el noventa por ciento).
Muamar el Gadafi junto con otros militares dieron un golpe de estado incruento el uno de septiembre de 1969  en el que derrocaron al rey Idris, instaurando la república en Libia, Gadafi permanecerá durante 42 años al frente del país (aunque desde 1979 oficialmente no tuvo ningún cargo en el gobierno, siendo algo así como el guía espiritual de la revolución).
Las nuevas autoridades libias nacionalizaron las principales empresas, especialmente el petróleo, siendo Gadafi el primer líder del mundo Árabe en nacionalizar la industria petrolífera, su ideología era de corte socialista, política con la que se llevó a cabo una mejor redistribución  de los recursos, dándose una mejora considerable en el nivel de vida de sus habitantes, igualmente las mujeres disfrutaron de una posición social más avanzada que sus compañeras del mundo Árabe. Gadafi ilegalizó a los partidos políticos, reprimiendo cualquier movimiento opositor; intentó compaginar el socialismo con el Islam, fue un convencido partidario del pan arabismo intentando durante la década de los setenta la unión con otros países del mundo Árabe llegando concretar durante algún tiempo la unión con Siria, aunque estos intentos al final resultaron un fracaso, también fue un destacado promotor del no alineamiento.
Su apoyo y financiación de grupos antiimperialistas, antiisraelíes, le supuso la enemistad del mundo occidental con los estados Unidos a la cabeza, quienes acusaron al régimen libio de promocionar y subvencionar a grupos terroristas. Durante la década de los ochenta hubo intentos por parte de la administración Regan  de derrocarle llegando a bombardear su residencia personal.
Con el paso del tiempo sus posiciones se fueron moderando, llegando a admitir el derecho a la   existencia del estado de Israel, también dejó de promover o subvencionar a grupos hostiles a los intereses occidentales lo que supuso un acercamiento a estos países; al comienzo del siglo veintiuno las potencias occidentales retiraron a libia de la lista de países terroristas, produciéndose un mayor acercamiento a los que no muchos años antes le consideraban un enemigo irreconciliable , curiosamente este acercamiento no le sirvió en la guerra de 2011, en la que como ya indicamos dichos países por mediación de su brazo armado (OTAN), intervinieron  decisivamente a favor de los sublevados contra el régimen. En los últimos años de su vida se convirtió en el principal promotor del pan africanismo siendo uno de los fundadores de la Unión Africana.
Gadafi se convirtió en uno d los líderes políticos más carismáticos de la segunda mitad del siglo XX contando con gran cantidad de defensores y un número equivalente de detractores.
Libia es un país del África septentrional, está enmarcado al norte por el mar Mediterráneo, al este y el oeste por Egipto y Argelia respectivamente, al noroeste por Túnez y al sur principalmente por Chad, aunque también tiene fronteras con Níger y Sudán. Es un país enorme en cuanto a extensión territorial (1.700.000 kilómetros cuadrados), sin embargo su población tan solo es de 6.500.000 habitantes, esto se debe a que su territorio está ocupado casi en su totalidad por el desierto del Sahara, su población se concentra mayoritariamente en la franja costera, lugar en el que se desarrolla la mayor parte de su actividad agraria (produce un 25 por ciento de los alimentos que consume), además de situarse en dicha franja la totalidad de los principales centros de población, población mayoritariamente urbana.
La principal riqueza de Libia es el petróleo.

 Antonio Fernández 

1 comentario:

Carla dijo...

Libia será rica en petróleo pero en políticos está claro que no, no podria imaginarme un periodo en guerra tan largo.